Una aventura de terror de cámaras fijas en tercera persona. Teme a La Presencia, una misteriosa entidad contra la que no puedes luchar: mantente alerta, escóndete, respira hondo… Explora lugares encantados donde permanecen almas en pena y espíritus perdidos.

El famoso escritor Sebastian P. Husher ha desaparecido junto a toda su familia. Su editor, preocupado, envió a uno de sus ayudantes a su casa para buscarle, pero nunca regresó… Estas desapariciones darán lugar a una serie de eventos que pronto revelarán un hecho terrible: una entidad oscura e innombrable, conocida como La Presencia, es la responsable de estos actos.

Song of Horror ofrece una verdadera experiencia dinámica de terror: La Presencia está controlada por una avanzada IA que se adapta a tus acciones y decisiones. Sentirás un terror inimaginable cuando esta criatura de otro mundo responda a tus patrones de juego y te persiga de formas inesperadas, ofreciendo una experiencia única para cada jugador.

Como jugador, vivirás esta historia a través de los ojos de un variado grupo de personajes, cada uno de ellos relacionado a su manera con la historia principal. Cada uno de ellos es único y ofrecerá su punto de vista en la investigación, lo que les permitirá enfrentarse a las pistas o usar objetos de manera diferenciada. Sus acciones y decisiones moldearán el universo del juego: algunos conocerán mejor o peor ciertos aspectos de la historia, mientras que otros estarán más preparados para enfrentarse a seres sobrenaturales. Pero todos ellos morirán si La Presencia les atrapa… y la muerte es permanente. Si caen tendrás que retomar la historia con otro personaje y continuar la investigación para que sus muertes no hayan sido en vano.

Una misteriosa tienda de antigüedades, una abadía olvidada, un hospital psiquiátrico abandonado… Cada mapa de Song of Horror está inspirado en diferentes obras maestras del terror. Explora e investiga estos lugares malditos para recoger objetos y pistas que te permiten resolver los enigmas más desafiantes, todo ello mientras sientes la agonizante tensión de la atmósfera del juego.